La expulsión de los mercaderes
Desde pequeños se nos inculca la idea que para ser apreciados y sentirnos integrados en la sociedad, hemos de hacer méritos (muchos méritos). Así que, supuestamente, tenemos que partir de la premisa de que cuando somos niños, ni somos dignos ni estamos integrados. Algo en la sociedad adulta parece indicarnos que aún «no somos», sino que tenemos que «llegar a ser».
No resulta demasiado extraño si tenemos en cuenta que, según el Génesis, fuimos desterrados del Edén y desde entonces necesitamos «GANARNOS el pan con el sudor […]