Libros para fluir en armonía con la vida

Libros de Ignacio Duro, para fluir en armonía con la vida

Ética ecológica para la nueva era

Numerosos libros de autoayuda nos prometen salud, amor o dinero. Pero cuanto mayor es nuestro deseo, más grande se torna también nuestra insatisfacción vital. No solo lo anterior, sino que además nos vemos atrapados en un bucle sin fin de rutinas intensivas, de multitasking y de autoexplotación. Perseguir metas mundanas con apego no solo nos acerca a las mismas, sino que por el contrario nos aleja. Por ejemplo, a la mayoría de nosotros un pretendiente insistente o un vendedor pelmazo no nos produce atracción, sino más bien rechazo.

El verdadero éxito no es el que alcanzamos tras la obsesión que adultera nuestras vidas, sino el que nos llega de manera tácita a nuestra natural —sostenible— expresión. A este otro tipo de abundancia —de salud, de dinero y de amor— que es sobrevenida y no perseguida, habitualmente se le denomina «buena suerte». Al entendimiento de esa «buena suerte» inesperada que recae sobre nosotros cuando nos mostramos auténticos es, precisamente, a la que están dedicados los principios que Ignacio Duro nos muestra en sus obras.

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En «Libera tu ser auténtico I» se presentan los principios generales y los conceptos básicos. Además tomamos conciencia de lo que es una vida de «mendigo»: un ser carente —culpable— que siempre se siente incompleto y vive una vida sacrificada, presidida por una interminable acumulación de logros y méritos, en una permanente lucha con los demás.

En «Libera tu ser auténtico II» descubrimos al «guerrero» espiritual que toma conciencia de los apegos que lo adulteran lastrando su vida, que se adiestra en la atención plena y que se reconcilia consigo mismo y con los demás. El «guerrero» espiritual es ese que se despoja, que se quita todas las «corazas», las poses y demás protecciones psíquicas.

En «Libera tu ser auténtico III» descubrimos al «rey». Representa a toda aquella persona que ya se ha adueñado por completo de sus pasiones o de su primitiva impulsividad. Es ese individuo que por fin se ha reconciliado consigo mismo y con los demás estableciendo la coherencia interna: la sintropía psíquica. Por lo tanto, gracias a su integridad, ya se encuentra listo para fluir con gracia y espontaneidad. Todo lo cual lo va a convertir en una persona afortunada, esto es, propensa a la buena suerte.

En «Naturalidad» comprendemos los problemas derivados de la entropía psíquica. A menor conciencia, más vulnerables somos a al desgaste entrópico que se traduce en rigidez, conflictos con los demás, emociones negativas y enfermedades. Por el contrario, la sintropía psíquica nos convierte en seres interna y externamente sostenibles. Esta es la única forma posible de que la especie humana pueda por fin reconciliarse con toda la naturaleza del planeta, con la madre Gaia. Asiste al apasionante debate que se establece entre la luz y la oscuridad, entre los arquetipos de Zeus (Júpiter) y Cronos (Saturno).

En «La era andrógina» comprobamos que la naturaleza de cada ser humano incorpora en sí tanto facetas masculinas como femeninas. Sin embargo, conseguir armonizar ambas fuerzas en el transcurso de nuestras vidas es un arte que no muchos logran. Pese a todo, del feliz alineamiento de estas fuerzas (o casamiento alquímico) sigue pudiendo emerger un «niño eterno»; caracterizado por la inocencia, la dicha sin motivo y la espontaneidad.

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